
Escritor Argentino detesta a madre Teresa de Calcuta
El escritor Martín Caparrós expone el lado malo de la mujer buena que el mundo creyó conocer. Muestra algunas de las acciones de la religiosa que lo hacen llagar a la conclusión de detestarla. La madre Teresa de Calcuta se codeó con grandes corruptos capitalistas y fascistas. Nunca apoyó el divorcio pero sí el de su amiga Diana Spencer. Su largo recorrido fue suficiente para recaudar millones de dólares, pero nunca rindió cuentas del destino de cada dólar.
La señorita Agnes Gonxha Bojaxhiu, también llamada Madre Teresa de Calcuta, consiguió en sus últimos 25 años una fama y un apoyo internacional extraordinarios. Le llovieron todo tipo de dinero para que ayudara a los pobres del mundo. Sin embargo, nunca hizo públicas las cuentas de su orden pero sí se jactó de decir que fundó, con ese dinero, alrededor de quinientos conventos en cien países. Pero no fundó una clínica en Calcuta.
Hay un par de ideas fuertes detrás de todo eso. La idea de que la vida es un camino hacia otra mejor, más cerca del Señor: si no fuera así, a nadie se le ocurriría dedicarse a que esa gente muriera mejor y, quizás, en cambio, pensarían en mejorar sus vidas. Y la idea de que el sufrimiento de los pobres es un don de Dios: “Hay algo muy bello en ver a los pobres aceptar su suerte, sufrirla como la pasión de Jesucristo —dijo la madre Teresa—. El mundo gana con su sufrimiento”.
Por eso, quizás, la religiosa les pedía a los afectados por el famoso desastre ecológico de la fábrica Union Carbide, en el Bhopal indio, que “olvidaran y perdonaran” en vez de reclamar indemnizaciones. Por eso, quizás, recibió la Legión de Honor de manos de Baby Doc Duvalier —que le donó bastante plata— y explicar que el tirano “amaba a los pobres y era adorado por ellos”. Por eso, quizás, la religiosa fue a Tirana a poner una corona de flores en el monumento de Enver Hoxha, el líder estalinista del país más represivo y pobre de Europa.
Pero quizá no fue por eso que envió al tribunal una carta pidiendo clemencia cuando juzgaron a Charles Keating - hombre que robó 252 millones de dólares a pequeños ahorristas y donó a la religiosa más de un millón de dólares, además de prestarle su avión privado-. Cuando el fiscal le pidió que devolviera la plata que Keating le había dado —robada a los pequeños ahorristas—, la religiosa no se dignó contestar.
Ésta es una práctica para el curso de periodismo digital. Adaptación para la web del artículo: Por qué detesto a la Madre Teresa de Calcuta.
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